Enlace es el
acrónimo de Evaluación Nacional de Logro Académico en Centros Escolares, una
prueba estandarizada de opción múltiple de 120 preguntas que se aplica a casi
15.7 millones estudiantes.
En el
sistema educativo nacional, desde hace varios años los grandes problemas de la
enseñanza se quieren resolver realizando continuas mediciones estandarizadas
masivas. A través de ellas se promueve un modelo de educación mercantilizado.
Enlace es una de las expresiones más acabadas de este mal.
Enlace es
una herramienta de medición que etiqueta a estudiantes y maestros, y los pone a
competir por recursos, estímulos salariales e insumos. A través suyo se
establece cuáles son las buenas escuelas y cuáles son las malas. Distingue a
los profesores que valen la pena y los que no sirven. Separa a los alumnos
ejemplares de los burros.
Como señala Manuel Gil
Antón, Enlace se ha convertido en el plan de estudios real de la educación
básica, el que orienta la labor de los maestros día a día. Los
resultados de la prueba se han transformado en el objetivo principal de la
política educativa mexicana.
En los hechos, Enlace promueve la
simulación educativa. Como la labor de los profesores es medida y en parte
gratificada económicamente a partir de este examen, muchos dedican sus clases
no a que sus estudiantes aprendan los conocimientos que requieren para
enfrentar los retos de la vida y del mundo del trabajo, sino a prepararlos para
que respondan satisfactoriamente la prueba.
Sucede que
hay maestros que animan a los alumnos menos aventajados a que no asistan a la
escuela el día del examen para que no bajen el promedio del grupo. Otros
proporcionan a sus estudiantes la respuesta correcta a las preguntas.
Alrededor de
Enlace ha surgido así un próspero negocio privado. De un lado se encuentran las
compañías que elaboran y editan la prueba, o que producen guías para preparar a
estudiantes y docentes. Del otro está la red de funcionarios educativos y
líderes sindicales corruptos que la venden de manera fraudulenta.
Enlace es un
instrumento de medición que no ha sido realmente evaluado. No comprende las
distintas realidades educativas que existen en el país. El lenguaje que utiliza
para formular las preguntas de la prueba es, con mucha frecuencia, inadecuado,
confuso y carente de sentido. Usualmente, muchas de las preguntas son meras
ocurrencias o tienen varias respuestas posibles.
Además,
Enlace discrimina a los pueblos y comunidades indígenas. El 21 de junio de
2008, los docentes de la escuela primaria bilingüe El Porvenir, de la comunidad
de Nichteel en el municipio de San Juan Cancuc, en Chiapas, presentaron una
demanda ante el Conapred, contra la Secretaría de Educación Pública (SEP) por
discriminación lingüística y cultural en la aplicación de esta prueba.
Casi tres
años después, el 28 de febrero de 2011, el Conapred hizo una Resolución por Disposición, en la que
estableció que la SEP cometió un acto de discriminación indirecta, al ser
responsable de diseñar e implementar la primera versión de la prueba Enlace
como un medio de evaluación estandarizado en todo el país. Ello, en razón de
que se omitió adecuar esta evaluación a las necesidades, características
propias y a la diversidad cultural de los pueblos y comunidades indígenas del
país.
Según la
Conapred, al aplicar exámenes estandarizados, Enlace generó entre niños y niñas
de las escuelas de comunidades indígenas, donde predomina su lengua materna y
con un contexto cultural distinto al de la comunidades urbanas, un tratamiento
inequitativo.
A pesar de
que formalmente la SEP aceptó la resolución de Conapred, la misma prueba, con
distintos cambios, se sigue aplicando a escuelas y alumnos indígenas. La
comisión resolvió que la secretaría junto al Instituto Nacional de Lenguas
Indígenas (Inali), y el Instituto Nacional de Geografía y Estadística
realizaran un estudio documental y de facto, respecto de las lenguas
maternas que predominan por ubicación geográfica del país. Este estudio no se
ha efectuado.
La Comisión
General de Educación Intercultural Bilingüe (Cgeib) fue designada por el
secretario de Educación para atender la resolución. Sin embargo, el Congreso
Nacional de Educación Indígena e Intercultural, una amplia convergencia de
organismos indios, escuelas y asociaciones civiles sostiene que la Cgeib
mantiene con ellos una relación poco receptiva e irrespetuosa respecto de las
propuestas que se discuten, obstaculizando la participación social, decidiendo
unilateralmente sobre asuntos no discutidos, e interpretando de manera
antojadiza y poco documentada las acciones gubernamentales (...) que vulneran
el derecho de los pueblos indígenas a una educación con pertinencia cultural.
En Chiapas,
cansados de esta situación, las sociedades de padres de familia de la comunidad
tzotzil de Jocosic, en Huixtán, y de Jerusalén, en Las Margaritas, presentaron
dos nuevas solicitud de amparo contra Enlace.
Enlace no
sólo no ha resuelto los problemas educativos nacionales, sino que los ha
agravado sensiblemente. En lugar de permitir comprender la variedad de los
conocimientos y aprendizajes realmente existentes, elabora una radiografía
sesgada y discriminatoria de la realidad educativa nacional, al tiempo que
impone un currículo insensato. Ya es hora de abandonar ese barco. Un barco que
ha hecho naufragar la educación nacional.
Luis
Hernández Navarro
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