sábado, 2 de marzo de 2013

Los amigos que siguen en el gobierno de Peña Nieto


Los amigos de la maestra no han salido del poder. Y no sólo porque tengan un partido, el SNTE e infinidad de cargos en gobiernos estatales (incluyendo a su gobernador favorito Rafael Moreno Valle y al presidenciable Marcelo Ebrard).

En el gobierno federal, su archienemigo Emilio Chuayffet decidió conservar en el cargo a otro de los amigos de la profesora, Luis Ignacio Sánchez Gómez –elbista y ebrardista declarado–, quien en este gobierno que encarceló a su jefa sigue como administrador de los Servicios Educativos en el Distrito Federal, cargo equivalente a una poderosa subsecretaría.

Sánchez Gómez se quedó –es un traidor, decían los elbistas antes de la caída de su líder– y puso a controlar la educación básica del Distrito Federal a una maestra de kínder cuyo mérito era cargar las carpetas del ahora panista Benjamín González Roaro, ex subsecretario de la Secretaría de Educación Pública, ex director del Issste y de la Lotería Nacional. La maestra de jardín de niños tardó años en aprobar el examen para ser directora general, pero, por pura casualidad, se llama María Luisa Gordillo.

Y mayor casualidad, ahora que ella es Directora de la DGOSE una de sus subalternas en la Dirección General de Normales llegue a una Dirección Operativa de Educación Primaria.

Una forma muy peculiar de llegar a los puestos de dirección es de que directores operativos de educación primaria son “apoyados” al no designar al ganador si los elegidos y en funciones no pasan uno o los dos exámenes del servicio profesional de carrera.

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