El profesor Juan Díaz de la
Torre ni siquiera mencionó a Elba
Esther Gordillo y sus carcelarias circunstancias a la hora de tomar posesión
como nuevo
dirigente negociado de un sindicato que apenas unos de días antes parecía
encaminarse a la guerra política contra el gobierno federal.
En sus palabras
cuidadosas no aparecieron la detención de la cacica, la consignación legal, el
saqueo de las finanzas sindicales ni aristas filosas relacionadas con la
reforma educativa. Un discurso apenas refiriéndose a los malos entendidos
generalizados sobre la tarea de los profesores, a una especie de confrontación
natural con sectores socioeconómicos distantes del origen popular de los
educadores públicos y a algunos aspectos procesales de la mencionada reforma
que deberán ser atendidos y precisados.
En un
párrafo sosegado, el nuevo dirigente sugerido por la Secretaría de Gobernación
precisó: les convoco, primero, a mantener nuestra estrategia por la
preservación de los derechos adquiridos, y efectivamente con seriedad, con
responsabilidad, asumir que en los próximos meses hay que dar una pelea, una
pelea responsable, clara, sin ambages, en que esos derechos se preserven,
porque los compañeros lo merecen, pero sin estridencias y sin protagonismos.
Díaz de la Torre ha sido
considerado el brazo derecho de la profesora Gordillo, de quien fue secretario
particular y dirigente de la sección 16, de Jalisco. Ha ocupado diversos cargos en el
comité nacional y cumplido con múltiples comisiones y encargos de la jefa. En junio de 2011
fue electo por unanimidad como secretario general de la estructura
presidida por la profesora que ahora está en prisión. Desde meses atrás suplía de facto a Rafael
Ochoa Guzmán, quien había caído de la gracia de la todopoderosa, sobre todo por
enfrentar a la hija, Maricruz Montelongo Gordillo, y al yerno Fernando
González.
El terso
desenlace del consejo nacional de los profesores tiene un fuerte tufo a
arreglos en las alturas. Díaz de la Torre viajó la tarde del miércoles de Guadalajara
a la ciudad de México para entrevistarse con el secretario de Gobernación,
quien un día antes, apenas a unas horas de la detención de
Gordillo, se había reunido con la senadora Mónica Tzasna Arriola, hija de la
cacica y virtual cabeza del Partido Nueva Alianza. De Bucareli, Díaz
de la Torre regresó a la capital de Jalisco para reanudar las sesiones del
consejo nacional y procesar su autorizada designación como remplazo.
Los primeros
indicios sugieren que el acuerdo consiste en llevar el caso penal de Gordillo
por las vías del litigio, sin que haya presión o intervención del SNTE o del
Panal, a los que pacificadoramente se ha ofrecido respetar su vida interna y la
toma de decisiones. Díaz de la Torre y Mónica Arriola se han
sometido instantáneamente a una mordaza respecto a la situación de Elba Esther
y han dado muestras de que se dedicarán aplicadamente a cuidar el buen
funcionamiento de sus negocios políticos. Hoy ocupa la
presidencia y la secretaría general del SNTE en función de las circunstancias,
pero el segundo cargo deberá ser electo en fecha por precisar, y entonces se
verá si Gordillo se impone allí o se abre paso a una pieza futurista del
peñismo.
La propia
Gordillo se mantiene en el sendero de lo legal, sin alegatos políticos ni
estridencias guerreras, con la oferta de que podría llevar su proceso penal en
un hospital o en su domicilio particular, ya fuera en lo inmediato por razones
de salud y luego en función de su edad. El dinero en controversia podría ser
recuperado por el sindicato, aceptado por éste como gasto autorizado de cuotas
de trabajadores o capturado por el gobierno federal, en un pacto de aceptación
de lo que legalmente se decida y para lo cual Gordillo está decidida a pagar
con largueza servicios jurídicos especializados en asuntos de política
organizada.
Y mientras,
Jaime Barrera en Milenio en Guadalajara, ha publicado la versión no
oficial de que la profesora Gordillo no llegó de San Diego a Toluca el día de
su detención, sino de Guadalajara, pues ese mismo día habría estado de las
15:00 horas a pasadas las 17:00 en el salón Las Flores del Hotel Fiesta
Americana que está frente a la Glorieta Minerva, en una reunión en la que se
departía con música del Mariachi Nuevo Tecalitlán y tequila. Según Barrera,
Gordillo últimamente venía con frecuencia a un tratamiento a base de células
madre y en la fiesta frente al hotel donde sesionaría el consejo nacional del
SNTE estuvo la cúpula de ese sindicato.
Astillero
Julio
Hernández López
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