sábado, 2 de marzo de 2013

La imposición de Juan Díaz de la Torre al frente del SNTE

Peña Nieto busca tener el control de una camarilla en el sindicato que sea más dócil y afín a sus intereses; y por otro, avanzar en el combate contra la escuela pública mediante la reforma educativa.

La imposición de Juan Díaz de la Torre al frente del SNTE evidencia el siniestro retorno del PRI, en el que el poder del Estado encumbra y hace caer a un dirigente.

El encarcelamiento de Elba Esther Gordillo Morales no es un acto de justicia y mucho menos la pretensión del gobierno de defender los intereses de los trabajadores de la educación.

Peña Nieto busca tener el control de una camarilla en el sindicato que sea más dócil y afín a sus intereses; y por otro, avanzar en el combate contra la escuela pública mediante la reforma educativa, que es el problema de fondo.

Así, el golpe contra la ex lideresa del sindicato revela que el poder estatal ha ajustado cuentas con el método de los sicarios políticos. Así se arreglan entre las mafias.

No es descartable que Díaz de la Torre esté a la cabeza de la organización sindical, con la condición gubernamental de ser cómplice del exterminio del poder sindical de Elba Esther. Los institucionales saben que si no se someten, podrían tener el mismo destino judicial que su ex jefa.

De tal modo que la caída de Gordillo Morales no cambiará la vida sindical. Sin embargo, el riesgo que se corre es que el gobierno inaugure un proceso de persecución y represión contra el magisterio democrático.

César Navarro.

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