RELATORIA EQUIPOS 11 Y 12
Avances y retos, en el fortalecimiento y
transformación de las funciones de supervisión.
11 de junio de 2013.
1.
En la perspectiva planteada por Rafael Ramírez,
cuál es el nivel de avance alcanzado por zona.
Qué cambios ha tenido la función supervisora
y qué avances y retos se enfrentan.
Considerando que la definición de Supervisión tiene 75 años
de expresada en un contexto histórico, social y político específico llama la
atención que como tal se recupere por la AFSEDF por lo que podemos suponer que:
·
La práctica de la supervisión en 75 años no ha cambiado, o
·
Los supervisores y la práctica de la supervisión no han logrado
generar los cambios suficientes para plantearse metas de otro tipo, o
·
Esa definición es útil para la AFSEDF ya que le permite utilizar a la
supervisión como agente de vigilancia y control de sus estrategias “para
la mejora” con una visión verticalista y centralista ya que recupera de la
definición de Rafael Ramírez que la supervisión es un lugar de definición y
adecuación de políticas educativas y de gestión de estrategias.
Por ello suponemos que a la supervisión, en pleno Siglo XXI, se le
continúe utilizando fundamentalmente para cumplir una función de vigilancia y
control en un contexto burocrático administrativo con fuertes limitaciones para
promover autónomamente la mejora de la gestión y los aspectos técnicopedagógicos
en los planteles que supervisa.
Así directrices de las instancias administrativas hacia la supervisión no
son de gestión ya que se desvincula lo establecido en los diferentes documentos
que la definen con su práctica cotidiana. La han envuelto en una línea
direccional y vertical, desde hace 6 años, que parece no tiene visos de
modificarse por lo menos en 5 años más.
La función del supervisor se ha proyectado a vigilar el cumplimiento de los
12 indicadores básicos, ha llenar el Portafolio y a atender sistemáticamente
los comunicados electrónicos que se le hacen llegar
modificando su función y convirtiéndolo en
vigilante y un agente administrativo.
Hasta los Consejos Técnicos Consultivos han perdido su autonomía como
instancia de decisión colectiva y desde hace dos años la administración los ha
controlado mediante una agenda de trabajo (carta descriptiva) que promueve un
trabajo mecánico con pocos resultados si la supervisión o dirección escolar no
modifica la misma. Esta estrategia de organización altera y limita la
organización de la escuela como institución particular, con sus problemáticas y
necesidades específicas.
La definición de lo que es la supervisión adolece de falta de precisión al
no clarificarse los términos que la componen. Se considera que es necesario
darle mayor claridad a los mismos.
Y Finalmente la Administración ha tomado a los resultados de Enlace como
referente para calificar el trabajo de todos los actores educativos: alumnos,
docentes, directivos y supervisores en el logro de la meta del sistema: que
todos los alumnos aprendan (como sea) por lo que todas las acciones se
desarrollan alrededor de buscar controlar todos los supuestos factores que
determinan esos resultados, por ello los EXSLA, Stallings, programa electrónico
para ejercitar Enlace, Ejercicios matemáticos tipo Enlace, velocidad lectora,
vigilar asistencia, etc.
La supervisión se ha convertido en una instancia reproductora de una línea
que debe cumplirse aunque, afortunadamente, por sobre esa limitante, hay
supervisores que buscan darle una perspectiva humanista a lo que se hace:
comprender y atender los factores que determinan, por ejemplo, la inasistencia
de docentes y alumnos.
La construcción de la supervisión actual la construye el supervisor en su
ámbito de influencia revelándose a lo planteado desde la estructura burocrática
al buscar responder a las necesidades de las escuelas que supervisa.
Es necesario construir una supervisión para el siglo XXI que sea autónoma e
independiente de la estructura burocrática centrada en los procesos de
aprendizaje de los alumnos y el dominio docente del plan y programas de
estudio.
2.
Situación que guardan las escuelas en el cumplimiento
de los 12 indicadores básicos.
Según la AFSEDF el
supervisor debe ver que se cumplan las 10 (¿12?) indicadores básicos para la
buena operación del servicio educativo, pero ¿en dónde quedó el ABC de la
escuela del siglo XXI en el D. F.?
Al analizar los
indicadores encontramos que tienen una connotación claramente de vigilancia y
control hacia la escuela y sus integrantes además de que adolecen de problemas
de redacción en particular los indicadores 5 y 6. En el primero se da a
entender que se privilegia a los libros de texto por sobre el programa de
estudios al no vincularlos. Por otro lado se dice que se usen “de forma óptima”
en el hogar cuando la propuesta de actividades se les ha reiterado a los
docentes, siguiendo la línea curricular, que no son para desarrollarse en casa.
Y en el indicador 6 causa confusión el decir que “los alumnos aprendan a leer a
escribir de forma temprana cada ciclo escolar” lo que supone que al inicio de
cada ciclo los alumnos llegan sin dichas habilidades o herramientas y hay que
empezar de cero.
Vemos que los indicadores tiene una implicación que supera a la escuela y a
la supervisión por lo que es importante que toda la estructura del sistema (De
Dirección 2 hasta la escuela) los atiendan. Así Debiera ser responsabilidad de
Dirección 2 los primeros 5 indicadores, el 7 no hay las condiciones para su
cumplimiento formal y los indicados con los numerales del 6 al 9 se convierten
en acciones viables para la supervisión, dirección escolar y docentes desde la
perspectiva de lo técnico pedagógico.
Consideramos que la información de esos indicadores deben ser analizados por
los distintos CTC, en especial los de escuela (pero lamentablemente no tienen
tiempo porque la AFSEDF determina cómo utilizar el mismo) con el propósito de
que evalúen los factores que pueden estar afectando el trabajo de la
institución y encontrar soluciones viables. Volverlos herramientas de reflexión
para le gestión y el trabajo docente enmarcándolos en los contextos, definiendo
factores externos e internos.
En particular se ha buscado
encontrarle otra intencionalidad a dichos indicadores enfocándolos al
cumplimiento de los técnico pedagógico y en particular hacia el logro de los
aprendizajes.
Estos indicadores debieran de ser una referencia (aunque más bien lo sería
el ABC de la Escuela del siglo XXI en el DF) para que las escuelas, desde un
ámbito de autonomía, pudieran generar compromisos y metas (que ya están en el
PETE) y ofrecer resultado. Aunque esto exija de la ADFSEDF otra forma de
conceptualizar a la escuela (romper el dominio centralista y vertical)
3.
ENLACE Y EXSLA.
Como ya se dijo líneas arriba y como lo han expresado diversos
investigadores como José Blanco (Desenlace) “Los exámenes estandarizados de
opción múltiple, aplicados masivamente en materia educativa no tienen utilidad
efectiva” “Uno de los desenlaces más deplorables de ENLACE es que ha tendido a
convertirse en el currículo que los profesores “enseñan”” y el cual “responde a
un método de enseñanza memorístico” contra lo cual, aunque sea política de la
AFSEDF muchos docentes, directivos y supervisores se revelan porque no puede
ser que sólo un instrumento determine la calidad del trabajo docente y de
gestión de la dirección y supervisión.
Los resultados de estos instrumentos están permeados por factores de
distinta índoles siendo interesante observar que las escuelas particulares
obtienen mayores puntajes que los planteles oficiales aunque éstos últimos no
tengan todos los controles de la SEP ni las indicaciones de accion. Deben ser
otros factores los que explican los resultados.
4.
LEAMOS MEJOR CADA DIA
Se considera que las líneas de lectura se cumplen pero no de forma mecánica.
Los docentes deben de generar estrategias para darles cumplimiento en momentos
convenientes dentro del desarrollo de su práctica porque para la autoridad todo
se debe hacer al inicio del horario escolar: leer, activación física, repartir
desayunos, desafíos…
Los Consejos Técnicos de Escuela, por la “organización” determinada por la
AFSEDF no tienen tiempo para atender este programa.
Los consejos Técnicos de Zona lo abordan con mayor tiempo aunque se centran
generalmente en la recuperación de información.
Las áreas “técnicas” de Dirección 2 y CSEP sólo recuperan información de
forma sistemática y a veces autoritaria.
5.
DESAFIOS
Encontramos que esta propuesta enfrenta lo mismo que enfrentan todos los
programas que la SEP y otros organismos meten a las escuelas. Al presentarse en
cascada va perdiendo sustancia, seriedad y fundamentos convirtiéndose en una
caricatura y que a los docentes se les pide que lo tomen en serio y den los
resultados que del programa han determinado desde el escritorio.
Para asegurar su ejecución es necesario un proceso de formación serio y a
fondo con un proceso de reflexión sistemático.
Por otro lado, observamos que los materiales presentan errores y en ellos se
ha copiado mucho de lo que los libros de texto gratuito de matemáticas
presentan. Faltó creatividad.
6.
PORTAFOLIOS
Se considera un programa que quizá cumpla la función que la AFSEDF ha
determinado para sí misma: obtener información estadística y controlar la
función supervisora a través de la información que registra en ese programa
electrónico. Se mantiene un control vertical y en cumplimiento de evidencias
burocráticas más que desde la perspectiva de la función sustantiva de la
escuela y la supervisión.
Pudiera convertirse en un instrumento de vinculación o portal donde se
integren todos los programas, proyectos, información estadística, etc. Para que
las escuelas y supervisiones lo utilicen como apoyo a sus funciones y no sea
como “El gran hermano” de la novela 1984 de George Orwell.