LA ÉLITE PRIÍSTA NO HA PODIDO,
POR LAS ACCIONES DE LOS MAESTROS OAXAQUEÑOS, ENCAUZAR LA INTENTONA DE REFORMAR
LA EDUCACIÓN. LA REBELDÍA MAGISTERIAL LES HA IMPEDIDO CUMPLIR LA CONSIGNA DEL EMPRESARIADO Y SUS ALIADOS DEL EXTERIOR
(OCDE).
Los
últimos 25 años han sido propicios para que el gobierno federal despliegue su
enjundia reformista. A partir de la entrada al GATT (allá por los inicios de
los años ochenta) las reformas estructurales fueron convertidas en piezas de un retocado mapa de
ruta.
El
Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) fue la proa insigne del
proceso, desatado bajo la imperativa directiva del Acuerdo de Washington.
Siguieron otras reformas de corte financiero como el achicamiento de la banca
de desarrollo, privatizaciones recurrentes en especial la de la banca además de
modificar leyes para abrir la tierra ejidal al mercado. Así las grandes
empresas trasnacionales suplieron la veloz retirada del Estado.
El
cuadro, sin embargo, todavía está incompleto. Faltan algunas de las piezas
importantes, los retoques finales de la modernización emprendida con todo el
vigor de una clase política plegada a los grupos mandantes del modelo
neoliberal. El
amplísimo campo de la educación se ha convertido en foco de las ambiciones del
gran capital. Lo quieren bajo su dominio por dos razones básicas: la
primera debido al enorme negocio que ofrece y, después, por la palanca
ideológica que conlleva.
Combinar
ambos aspectos daría no sólo más recursos para dominar la ruta acumuladora,
sino adjuntarle la legitimidad de sustento para el modelo implantado. Los
retobos sociales causados por esta pretensión, sin duda abarcadora, son vistos
como una monserga que es urgente apaciguar y, de ser posible, eliminar. La insurgencia que
ya despunta en estamentos magisteriales (CNTE) ha de varias maneras atemperado
la soberbia federal. Simplemente la élite priísta no tiene, por sí
misma, las correas de transmisión para encauzar, de nueva cuenta, la intentona
de reformar la educación. Hacerlo bajo la consigna del empresariado y sus aliados del
exterior (OCDE) tal y como se planteó de salida, hoy aparece como una senda
cuajada de peligros.
En esa
lucha, este 16 de julio, un contingente de 4 mil maestros, en su mayoría de las
siete regiones de la sección 22 de Oaxaca, encabezado por su secretario
general, Rubén Núñez Ginés, inició una movilización que partió a las 10:30
horas del Zócalo capitalino para llegar al Congreso de la Unión, donde
permanecieron por casi cinco horas en una manifestación frente a la Cámara de
Diputados en el inicio del primer periodo extraordinario de sesiones, para exigir la
abrogación de la reforma educativa y la libertad de presos políticos, pero
también para reiterar que se mantendrán en alerta máxima ante cualquier indicio
de que se puedan aprobar las leyes secundarias en la materia.
Este 18
de julio volverán al Palacio de San Lázaro para hacer entrega formal de las
conclusiones y resolutivos generales de los 12 foros de análisis de la reforma
realizados por los docentes.
En tanto,
los legisladores se comprometieron a dar un posicionamiento sobre las demandas
de los profesores de base este 23 de julio.
Con
información de Luis Linares Zapata “Reformas y desigualdad” y Laura Poy Solano “Maestros
disidentes exigen en San Lázaro la abrogación de la reforma educativa” Periódico
La Jornada. 17 de julio de 2013.
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