lunes, 22 de abril de 2013

La transformación de la Escuela. Una condición para el cambio Educativo. RAMÍREZ RAYMUNDO.



La transformación de la escuela: Una condición para el cambio educativo.

Rodolfo Ramírez Raymundo.

Es la escuela el espacio concreto donde cobran existencia las disposiciones normativas y otras disposiciones legales, especialmente el currículo oficialmente establecido, pero lo que ocurre en la escuela no es solamente una reproducción más o menos adecuada de lo que se manda, sino una reconstrucción de todo tipo de propuestas e instrucciones. Es decir, la escuela, integrada principalmente por maestros y directores, es un espacio vivo y de la experiencia de los  profesores, de las tradiciones pedagógicas, de las competencias específicas que tienen las personas que ahí trabajan depende mucho la experiencia escolar de cada estudiante. La enseñanza por lo tanto está influida notablemente por la organización escolar. Este punto tiene que ser un elemento central cuando se habla de promover el cambio educativo o de emprender reformas para cambiar la tarea sustancial. 

Las reformas educativas sólo cobran significado específico, no siempre el mismo, en cada centro escolar.

Investigadores norteamericanos han afirmado que no son las reformas las que cambian a las escuelas sino que son las escuelas las que cambian a las reformas. Las adaptan, las reconstruyen y muy posiblemente las asimilan en la tradición ya establecida, por eso cuando se quiere emprender un cambio educativo en serio hay que colocar a la escuela justamente en el centro del sistema.

Por otra parte no se trata solo de ver a la escuela como una organización técnica porque también es una organización política donde hay intereses legítimos  y hay intereses también ilegítimos, donde hay aspiraciones, cierto número de recursos, etc. 

Como dice la maestra Justa Ezpeleta: Atender la articulación de los procesos pedagógicos y no pedagógicos  propios de la vida escolar permitiría hacer visibles las condiciones institucionales activas en la producción de la enseñanza y también afinar los procesos de implementación de innovaciones y reformas.

Esta conciencia de la importancia de la escuela no es nueva en el sistema educativo mexicano, está en el programa 95-2000, continúo en el programa nacional 2000-2006 y se han emprendido en entidades y a nivel nacional proyectos, programas, etc. para transformar la vida escolar sin embargo en el contexto de las tradiciones y reglas del sistema, entre otros la supeditación del trabajo profesional  a las reglas de de orden político y sindical 

La falta de apoyo institucional a directores y supervisores que se empeñan porque las escuelas funcionen bien frente a profesores que se niegan a cumplir su responsabilidad profesional, la preferencia que se da al cumplimiento formal me refiero a la recepción de informes mientras se descuida el trabajo real esa es toda una tradición en el sistema, esas iniciativas fueron reducidas paulatinamente. De la idea de transformar la gestión de la escuela se redujo a la idea de introducir la planificación escolar, de la idea de una planificación escolar participativa se paso a la elaboración de un documento llamado Proyecto Escolar, proyectos de mejoramiento, hoy Plan Estratégico de Transformación Escolar y al último ese proceso se ha reducido en muchos casos a hacer clic sobre algunas opciones establecidas ya en la pantalla de la computadora. 

Es decir el proceso constructivo de un proyecto con metas, orientaciones siempre congruentes con lo nacional se ha reducido y burocratizado como le ha ocurrido a muchas otras propuestas de reforma. 

Por esa razón y porque el sistema no cambia sus reglas de operación se mantienen muchos rasgos críticos de nuestros centros escolares, en primer lugar sigue siendo un problema el que muchas de nuestras escuelas no funcionan con regularidad, el tiempo el calendario escolar y el tiempo efectivo dedicado a la enseñanza es bastante más reducido que lo que este calendario establece. Consumen el tiempo muchas iniciativas de orden federal, estatal y aún municipal. Programas, tradiciones, demandas que consumen el escaso tiempo escolar.
 
El número de esos programas varía, pero podemos encontrar unos 74 programas que deben ser atendidos en el ciclo escolar, cada programa además con sus subprogramas. Creo que aquí hay un problema de fondo que es que ninguna dependencia confía al parecer en el currículo establecido y que la SEP ejerce una dirección muy débil en términos normativos. Porqué si el tema de la salud ocupa varias unidades de trabajo habrá un programa especial de salud, por qué si el tema de las relaciones y la formación de valores está en el programa habrá un programa especial para la formación para la Paz.

Muchos programas reiteran los contenidos curriculares, los duplican sin respetar el ritmo y el plan de trabajo de cada profesor. Otros programas pretenden atender a través de la escuela problemas emergentes, sean estos la emergencia del SIDA, sea éste un terremoto o inundaciones o escases del agua, etc. 

Nos hemos excedido, pero sobre todo quienes lo han propuesto, en demandar a la escuela cosas que sólo puede atender mediante la formación sistemática y creativa de los alumnos, puede la escuela contribuir a mejorar las  condiciones de la vida y del mundo pero siempre a través del aprendizaje que realiza con los alumnos y no a través de múltiples programas emergentes que terminan encargándole el cuidado de la integración familiar, desde ese nivel, hasta la paz mundial. 

Otro problema central, es que pese a todos los esfuerzos realizados, nuestras escuelas siguen funcionando como unidades administrativas y no como unidades educativas, esto es los alumnos tienen un número de matrícula, los profesores un lugar de adscripción con ciertas reglas y una autoridad que hace de enlace, pero no podemos decir que disponen de objetivos comunes, reglas de relación acordadas por todos los participantes y estas dos cosas y estilos congruentes de trabajo son esenciales para mejorar la calidad de la educación porque si queremos formar habilidades intelectuales o competencias intelectuales se requiere un trabajo continuo, coherente que solo se construye mediante la participación.

La reciente reforma constitucional ha mandatado al poder legislativo a establecer adecuaciones al marco jurídico para fortalecer la autonomía de gestión de las escuelas ante todos los órdenes de gobierno con el objeto no sólo de mejorar su infraestructura, comprar materiales, etc. sino también de resolver problemas de operación básicos y propiciar condiciones de participación para que alumnos, maestros y padres bajo el liderazgo del director se involucren en la resolución de los retos que cada escuela enfrenta. 

Se entiende que se está hablando de retos de orden educativo, de retos de orden pedagógico. 

Quiero aportar dos elementos: 

Colocar a la escuela en el centro y fortalecer su autonomía, puede ser entendida de dos maneras:

Una, la que ha ido dominando en los últimos años, es colocarla en el centro como blanco de todos los programas, demandas y exigencias. Esa es una manera de colocar a la escuela en el centro. De colocarla en el centro de todas las responsabilidades. De ser sometido a todo tipo de controles: del aprendizaje, del desempeño docente, de cada uno de los programas en que se participa con informes técnicos, financieros, etc. Y al final colocarle la responsabilidad de todos los resultados.

Otra forma de entender la centralidad de la escuela es poner todos los recursos y todas las autoridades al servicio del trabajo más importante que ahí se realiza.  A la misión sustantiva que es la interacción que hay entre estudiantes y entre estudiantes y profesores. 

Esa sería la autonomía y la centralidad de la escuela que tendríamos que fortalecer y para ello se requieren muchas medidas:

Lo primero, tenemos que garantizar que las escuelas tengan los recursos  suficientes para operar y trabajar en condiciones dignas. Esto significa establecer un subsidio, como tienen todas las instituciones educativas de educación superior para que las escuelas no pierdan tiempo, energía y muchos recursos en reunir cuotas de los padres de familia. Es la oportunidad para consolidar la gratuidad de la educación establecida desde el origen mismo de nuestro sistema. 

En segundo lugar tiene que revisarse el sistema de evaluación que se estableció durante toda la administración anterior porque una escuela sujeta a múltiples controles que se realizan durante varias veces en el año escolar no puede tener ni siquiera el ánimo para establecer sus propias metas. 

Tercero tenemos que reorientar y fortalecer ampliamente la función directiva, en primer lugar desligándola de su relación político sindical y en segundo lugar fortaleciendo la formación pedagógica de estas figuras que tendrían que velar y ser garantes de la misión de la escuela.
Y por último, no debemos olvidar que tenemos decenas de miles de escuelas en condiciones muy difíciles, en primer lugar las escuelas que están dirigidas a los sectores más pobres de la población, por ejemplo los cursos comunitarios del CONAFE donde se sigue pidiendo que los padres, que la comunidad, aloje, alimente al  instructor comunitario, en locales muchas veces que no cuentan con los recursos, tenemos decenas de miles de escuelas multigrado, escuelas telesecundarias, etc.

Consulta Ciudadana para integrar el Plan Nacional de Desarrollo 2013 - 2018.
Foro Nacional "México con Educación de Calidad para Todos".
Panel 1: Educación Básica
Boca del Río, Veracruz.
3 de abril de 2013

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