domingo, 26 de mayo de 2013

La nueva nobleza mexicana y sus hijos...



Frivolidad que insulta

La prepotencia y la impunidad, vestidas con el ropaje de la frivolidad, se constituyen en una de las nuevas plagas del país y vienen de la mano de los hijos de los oligarcas de viejo y nuevo cuño. Los júniores del poder político y económico son huéspedes frecuentes de las llamadas revistas del corazón, pero también sus andanzas son ampliamente ventiladas en las redes sociales. En esos medios exhiben su insultante riqueza –de origen difícil de justificar– y también sus trapacerías, que así son sometidas al inmediato juicio popular.

Como si se tratara de una nobleza a la mexicana, quienes forman parte de los clanes del poder provienen de grupos elitistas de diverso signo. Los vástagos de la clase política se juntan, se emparientan, se asocian. Y además compiten por las portadas de las llamadas revistas del corazón.

Pero toda esa frivolidad, todo este usufructo de riquezas y prebendas adquiridas les comienzan a pasar la factura: Las redes sociales hacen eco de sus excesos, lujos y arbitrariedades.

En lo que va del gobierno de Enrique Peña Nieto, la mala conducta de los júniores y sus resonancias en las redes sociales ya ocasionaron la destitución de un funcionario y un posicionamiento de la PGR.

El pasado 26 de abril Andrea Benítez, hija de Humberto Benítez Treviño, entonces titular de la Profeco hizo un berrinche: Molesta porque en el restaurante Maximo Bistrot no le asignaron la mesa que deseaba, ordenó a inspectores de la dependencia que encabezaba su papá que clausuraran el lugar.

La hija del director del Centro de Información y Seguridad Nacional (Cisen), Eugenio Ímaz Gispert, denunció en las redes sociales que el nieto del titular de la PGR, Jesús Murillo Karam, le había propinado una golpiza.

El lunes 20 Alexia Ímaz publicó en Twitter varias fotografías: En dos de ellas su ojo derecho mostraba un severo hematoma; en la parte superior, la imagen de Gerardo Saade Murillo, el agresor.

El miércoles 22 el diario Reforma dio a conocer que Alexia Ímaz acudió al Ministerio Público el día de los hechos, pero ya en el lugar se desistió de hacer la denuncia. 

Como en el caso de la golpiza propinada a Alexia Ímaz, son los propios hijos de los poderosos quienes desatan escándalos por lo que dicen y publican en sus cuentas de Twitter y Facebook.

Desde la precampaña de Peña Nieto su hija Paulina desató el escándalo #soyprole.

La hija del hoy presidente tuvo el mal tino de retuitear el mensaje clasista y discriminatorio que escribió su novio José Luis Torre, a propósito de las críticas a Peña Nieto: “Un saludo a toda la bola de pendejos, que forman parte de la prole y solo critican a quien envidian (sic)”.

Sofía Castro, hija de Angélica Rivera, desató otro escándalo en noviembre pasado cuando declaró a Gente, suplemento del diario Reforma, que usaba zapatos de 15 mil pesos.

Otra nobleza se ha configurado en el ámbito sindical, que tiene como caso paradigmático el de los hijos del dirigente del sindicato petrolero, Carlos Romero Deschamps.

Paulina Romero en Facebook publicó su “diario de viajes”. Viajes alrededor del mundo en vuelos comerciales y privados, acompañada de sus tres mascotas. Comidas en exclusivos restaurantes rociadas con champaña y vinos Vega Sicilia. Como una muestra de su guardarropa presumió sus bolsos Hermes de 12 mil dólares, a los que ella se refirió como “sus bolsas de Superama”.

El pasado 23 de febrero Proceso dio a conocer que Romero Deschamps regaló a su hijo José Carlos un Ferrari de edición limitada valuado en dos millones de dólares y Reforma pudo documentar que posee dos departamentos con valor de 7.5 millones de dólares en Miami, Florida. 

Jorge Kahwagi, boxeador, personaje de la farándula, político e hijo del empresario del mismo nombre mantiene un pleito con el empresario textil Alfredo Karam, propietario también de Préstamos Karam quien en 1999 le prestó un millón y medio de pesos para que pagara una deuda que tenía con Alejandro Peralta.

Cuando intentó cobrar, Karam fue brutalmente golpeado por el boxeador.
El 6 de mayo Kahwagi ya estaba metido en otro lío: Un hombre lo acusó de golpear a su hija, quien supuestamente mantiene una relación sentimental con el pugilista.

 Jorge Emilio González Martínez, el Niño Verde, en 2001 heredó de su papá un partido político: el PVEM. En 2004 se vio implicado en un videoescándalo en el que se le mostraba recibiendo un soborno para ayudar a liberar una zona natural en Cancún protegida por leyes ambientales.

Años después, en 2011, se le implicó en la muerte de Galina Chankova, una joven que cayó desde el piso 19 de un edificio que supuestamente le pertenece. Su escándalo más reciente el pasado 17 de febrero cuando lo detuvieron por conducir en estado de ebriedad y lo encerraron durante unas horas, hasta que sus abogados tramitaron un amparo. 

Con información de Arturo Rodríguez García. Proceso 1908. 2013-05-25


No hay comentarios:

Publicar un comentario